Las personas con comportamientos muy dramáticos, necesidad constante de atención o actitudes exageradas pueden estar manifestando rasgos del trastorno histriónico de la personalidad (THP). Este trastorno, que afecta la manera en que una persona percibe y se relaciona con los demás, suele causar un profundo malestar emocional y dificultades en las relaciones personales. Identificar sus síntomas y buscar apoyo psicológico a tiempo puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida.
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ToggleQué es el trastorno histriónico de la personalidad
El trastorno histriónico de la personalidad es una condición psicológica caracterizada por la búsqueda constante de aprobación, atención y validación externa. Las personas que lo padecen suelen sentirse incómodas o inseguras cuando no son el centro de atención, lo que las lleva a comportamientos teatrales, emotivos o seductores para atraer miradas y reconocimiento.
Aunque este patrón puede parecer superficial, detrás de él se ocultan inseguridades profundas, baja autoestima y una dificultad para conectar con los propios sentimientos reales. Es importante entender que no se trata de “llamar la atención” por gusto, sino de una necesidad emocional que busca llenar un vacío interno.
El trastorno es más común en mujeres, aunque esto puede estar influido por factores culturales y sociales que tienden a penalizar más la expresión emocional femenina. En cualquier caso, hombres y mujeres pueden desarrollarlo.
Síntomas más comunes del trastorno histriónico de la personalidad
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), este trastorno puede diagnosticarse cuando una persona presenta al menos cinco de los siguientes rasgos:
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Incomodidad cuando no es el centro de atención.
Buscan constantemente ser vistas o admiradas. Si no reciben atención, pueden sentirse tristes, frustradas o ansiosas. -
Comportamiento seductor o provocativo inadecuado.
Su forma de interactuar puede incluir coquetería o gestos insinuantes, incluso en contextos donde no corresponde, como en el trabajo o en reuniones sociales. -
Expresión emocional superficial y cambiante.
Las emociones parecen intensas pero duran poco. Pueden pasar rápidamente de la alegría al llanto o al enojo. -
Uso constante de la apariencia física para atraer atención.
Su forma de vestir, hablar o comportarse está orientada a destacar ante los demás. -
Estilo de discurso impresionista y vago.
Hablan con entusiasmo, pero sin muchos detalles concretos. -
Teatralidad y dramatización.
Su forma de expresarse es exagerada, con gestos amplios o emociones intensas que buscan impacto. -
Sugestionabilidad.
Se dejan influir fácilmente por la opinión o aprobación de los demás. -
Percepción distorsionada de las relaciones.
Tienden a creer que las relaciones son más cercanas o íntimas de lo que realmente son.
Estas características no deben verse como defectos de personalidad, sino como manifestaciones de un patrón psicológico que puede trabajarse y modificarse con la ayuda de un profesional.
Causas del trastorno histriónico de la personalidad
Las causas del trastorno histriónico de la personalidad son multifactoriales. No existe una única razón que lo explique, pero los estudios señalan una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales.
Entre las posibles causas se incluyen:
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Factores genéticos: Puede existir cierta predisposición hereditaria a desarrollar rasgos histriónicos o una mayor sensibilidad emocional.
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Estilo de crianza: Infancias marcadas por la falta de afecto genuino, refuerzo de la apariencia física o atención condicionada al comportamiento pueden influir en el desarrollo del trastorno.
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Modelos familiares: Si durante la infancia el niño observa conductas manipulativas, teatrales o de búsqueda de aprobación, puede aprenderlas como forma de relacionarse.
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Factores culturales y sociales: En algunos contextos, las expresiones emocionales exageradas o la necesidad de aprobación pueden ser más toleradas o incluso reforzadas.
Comprender la causa no es tanto una cuestión de “culpa” como de autoconocimiento, ya que permite trabajar sobre los orígenes del malestar y desarrollar nuevas formas de relacionarse.
Impacto del trastorno histriónico en las relaciones personales
Las personas con trastorno histriónico de la personalidad suelen ser sociables, extrovertidas y carismáticas, lo que inicialmente las hace atractivas. Sin embargo, la necesidad constante de atención puede generar conflictos en las relaciones afectivas, laborales o familiares.
La “paradoja histriónica” es que, aunque buscan cercanía y afecto, su comportamiento puede generar el efecto contrario: los demás pueden sentirse manipulados, agotados o confundidos por la falta de autenticidad emocional. Estas personas tienden a percibir las relaciones como más íntimas de lo que realmente son, lo que genera malentendidos y decepciones frecuentes.
Además, su tendencia a dramatizar o a utilizar la seducción como herramienta de conexión puede provocar tensiones en entornos sociales o laborales. Cuando una relación termina, suelen experimentar una gran tristeza o vacío, lo que puede derivar en síntomas depresivos.
Tratamiento del trastorno histriónico de la personalidad
El tratamiento más efectivo para el trastorno histriónico de la personalidad es la psicoterapia, idealmente con un profesional especializado en trastornos de la personalidad. La terapia ayuda a la persona a comprender el origen de sus comportamientos, mejorar su autoestima y aprender estrategias para relacionarse de forma más auténtica y equilibrada.
Algunas de las terapias más utilizadas incluyen:
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Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento y conducta que refuerzan la búsqueda excesiva de atención.
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Terapia psicodinámica: Profundiza en los conflictos emocionales inconscientes y las experiencias tempranas que influyen en el comportamiento actual.
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Terapia de grupo: Permite practicar nuevas formas de comunicación y recibir retroalimentación en un entorno seguro.
En algunos casos, cuando hay síntomas de ansiedad o depresión, el tratamiento puede complementarse con medicación bajo supervisión psiquiátrica.
Lo más importante es que la persona encuentre un espacio terapéutico donde se sienta escuchada y comprendida, sin juicios ni etiquetas. La psicoterapia no busca eliminar la expresividad o la emocionalidad, sino canalizarlas de manera saludable.
Cómo puede ayudarte un psicólogo
Buscar ayuda profesional no significa debilidad, sino una muestra de valentía y autoconocimiento. Un psicólogo puede ayudarte a:
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Reconocer los patrones de comportamiento que dificultan tus relaciones.
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Aprender a validar tus emociones sin depender de la aprobación externa.
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Desarrollar una autoestima sólida basada en tu valor personal y no en la atención de los demás.
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Construir relaciones más estables, auténticas y satisfactorias.
Con acompañamiento terapéutico, las personas con trastorno histriónico de la personalidad pueden desarrollar una vida emocional más equilibrada, auténtica y libre de la necesidad constante de ser el centro de atención.
Conclusión
El trastorno histriónico de la personalidad no define quién eres, sino un conjunto de comportamientos que pueden transformarse con ayuda profesional. Si sientes que te identificas con estas descripciones, o si tus emociones te sobrepasan y afectan tus relaciones, no dudes en buscar apoyo psicológico.
La terapia puede ayudarte a conectar con tus emociones reales, comprender su origen y aprender nuevas formas de expresarte sin perder tu esencia. Recordemos que el cambio comienza cuando decides dar el primer paso hacia tu bienestar emocional.
En Psicología Relacionarte podemos trabajar contigo en el desarrollo de técnicas para tus pensamientos y conductas y así reducir la intensidad de tus emociones y el despertar fisiológico que provocan.


