Psicólogo para Duelo y Pérdida en Pozuelo
Puedo estar contigo en esta dolorosa experiencia. Me parece un privilegio estar con alguien durante este viaje tan vulnerable al dolor que es el duelo.
¿Cómo se desarrolla mi Terapia para Duelo?
En el acompañamiento al duelo, no se trata de acelerar procesos ni de imponer formas de estar, sino de crear un espacio seguro donde puedas sentir, nombrar y expresar lo que estás viviendo. A tu ritmo, con respeto y sin juicios, iremos explorando juntos cómo transitar este momento, reconociendo el impacto de la pérdida y dándote permiso para sentir, recordar y también reconstruirte. La terapia para duelo se convierte así en un lugar donde el dolor encuentra palabras y el silencio, sentido.
PSICÓLOGO PARA DUELO EN POZUELO DE ALARCÓN
Dar voz a las emociones como camino hacia la salud
La diferencia entre lo que supone el dolor y lo que es el duelo también ayuda a esclarecer cómo avanzar y superar el malestar generado por esta transición. El dolor es lo que piensas y sientes internamente cuando muere un ser querido. El duelo sería la expresión de esos pensamientos y sentimientos, es decir, una forma de sacarlos al exterior.
Este dar voz a las emociones como un punto de partida para obtener salud es la intención de dicho trabajo. Los instrumentos que faciliten dicha exteriorización serán muy diversos: desde el llanto, a la expresión oral o a la escritura entre otros.
Elaborar el duelo es crecer con la pérdida
Podríamos decir que lo que hagamos para facilitar la expresión cuando hay malestar es un seguro de vida. John Bowlby asegura que «antes o después, aquellos que evitan todo duelo consciente, sufren un colapso, habitualmente con alguna forma de depresión». Entramos en el concepto de elaboración, en un continuo crecer con las pérdidas. Somos en función de ellas y de la reacción que tenemos ante este continuo vivenciar cambios que suponen pérdidas y ganancias.
Psicología para Duelo en Pozuelo de Alarcón
«Sólo podemos recuperar nuestra identidad superior y global con el Todo —con el self— que no es la víctima de la vida sino su fuente y testigo imparcial, haciendo las paces con nuestro sufrimiento, nuestra enfermedad, nuestro dolor y especialmente con la muerte, el último maestro».
(Ramana Maharshi)