La terapia de pareja y familia (TPF) aborda los comportamientos y relaciones dentro de la familia o pareja, y cómo estos afectan a sus miembros. Se aplica para tratar conflictos matrimoniales, problemas entre padres e hijos, trastornos emocionales, problemas de conducta infantil, cuidados a personas mayores y el impacto de la salud mental en la familia. Es una terapia a corto plazo, generalmente con unas 12 sesiones. La primera sesión recopila información y observa la dinámica familiar o de pareja. El terapeuta trabaja con la unidad familiar o la pareja y, si es necesario, con sesiones individuales. En la terapia de pareja y familia se atiende primero a la pareja y luego a cada persona por separado. En la terapia familiar, se reúne inicialmente con toda la familia y luego, si es necesario, con miembros por separado.