Un reciente estudio publicado en el European Journal of Personality ha aportado evidencia sólida sobre la estabilidad de la envidia disposicional a lo largo del tiempo. Este hallazgo ofrece una nueva perspectiva sobre cómo funciona esta emoción como un rasgo de personalidad y no solo como una reacción pasajera ante circunstancias específicas.
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Toggle¿Qué es la envidia disposicional?
La envidia se entiende comúnmente como una emoción compleja que incluye sentimientos de inferioridad, resentimiento y hostilidad. Sin embargo, cuando hablamos de envidia disposicional, nos referimos a una tendencia más generalizada: la predisposición de una persona a sentirse envidiosa cuando percibe a otros como social o materialmente superiores.
¿Qué encontró el estudio?
Los investigadores encontraron que la envidia de rasgo —una tendencia general a sentir envidia cuando se percibe que otros son social o materialmente superiores— mantiene un nivel constante en las personas a lo largo de los años.
Esta estabilidad es comparable a la de los Cinco Grandes rasgos de personalidad, modelo ampliamente aceptado que describe cinco dimensiones principales de la conducta y la emocionalidad humana.
Si bien la envidia suele definirse como una emoción compleja que combina sentimientos de inferioridad, resentimiento y hostilidad, su versión disposicional refleja un patrón más profundo y consistente, integrado en la personalidad del individuo.
Edad, género y envidia como rasgo de personalidad: ¿hay diferencias?
El estudio también analizó cómo la envidia afecta según edad y género:
El estudio reveló que los participantes más jóvenes tendían a mostrar niveles iniciales más altos de envidia, lo que coincide con investigaciones previas que sugieren que el afecto negativo disminuye con la edad.
Asimismo, las mujeres reportaron niveles iniciales más altos de envidia en comparación con los hombres, aunque no se hallaron diferencias significativas en la estabilidad o la variación de los niveles medios de envidia a lo largo del tiempo.
Implicaciones para la intervención y la terapia
Reconocer que la envidia es un rasgo estable abre la puerta a intervenciones más efectivas para mitigar sus efectos negativos, como la hostilidad en el entorno laboral o el deterioro de las relaciones sociales. También proporciona una base para enfoques terapéuticos enfocados en ayudar a las personas a gestionar la envidia de manera más saludable.
En entornos organizacionales, por ejemplo, la envidia disposicional puede manifestarse en forma de competencia desleal, sabotaje o resistencia a colaborar. Estrategias como el fomento de una cultura de reconocimiento mutuo, programas de mentoría y comunicación abierta pueden reducir su impacto y promover un clima laboral más saludable.
Entonces entender la envidia como un rasgo de personalidad estable puede mejorar:
- Las intervenciones terapéuticas: orientadas a ayudar a las personas a reconocer y gestionar esta emoción.
- El clima laboral: reduciendo hostilidad y fomentando entornos más colaborativos.
- Las relaciones interpersonales: promoviendo la empatía en lugar del juicio o la competencia.
Reflexión: Cómo la envidia afecta y abordarla con empatía
Los autores subrayan que la envidia nace principalmente de inseguridades personales más que de las cualidades o logros ajenos. Reconocer este origen puede ayudarnos a responder con empatía y compasión, fomentando entornos de apoyo donde se celebre el éxito sin generar animosidad.
En el ámbito personal, comprender la envidia disposicional puede ayudar a mejorar las relaciones interpersonales. Al identificar los momentos en que surge, las personas pueden aprender a redirigir esta energía hacia el crecimiento personal, en lugar de dejar que se traduzca en resentimiento.
En una sociedad que suele venerar el éxito, comprender la psicología de la envidia es clave para superar el resentimiento y construir una cultura que celebre los logros de manera colectiva. Adoptar esta perspectiva no solo beneficia a las relaciones humanas, sino que también favorece el bienestar emocional individual y la cohesión social.
Hacia una cultura que celebra el éxito
En una sociedad que valora el logro y la competencia, la envidia puede convertirse en una reacción común —pero no inevitable— ante el éxito ajeno. Con mayor comprensión y autoconciencia, podemos construir entornos donde:
- El éxito de otros inspire, en lugar de generar hostilidad.
- Las personas se sientan apoyadas en lugar de comparadas.
- Se cultive una cultura de empatía, crecimiento y colaboración.
Referencia: Estudio publicado en European Journal of Personality (2025).
Fecha de publicación digital: 9 de julio de 2025.