La resiliencia y la psicología de la salud
En el campo de la psicología de la salud se está integrando la psicología positiva como un enfoque prometedor, al tiempo que se están ampliando las perspectivas de intervención. Así, la psicología positiva es una ciencia de la experiencia subjetiva positiva, de los rasgos individuales positivos y sociales que permiten mejorar la calidad de vida, desarrollar un camino a la resiliencia y prevenir patologías.
Dentro de este ámbito destaca un constructo muy utilizado e investigado en los últimos años: la resiliencia. Este concepto se comenzó a utilizar en el área de las ciencias sociales a finales de los años 70 ante la observación y constatación de que algunos niños nacidos en contextos familiares problemáticos crecían saludables y no demostraban carencia a nivel biológico ni psicosocial y conseguían superar las adversidades con una significativa calidad de vida.
Protección y riesgo
Los investigadores del siglo XXI entienden la resiliencia como una cualidad innata pero también la consideran un proceso dinámico. Por tanto se puede desarrollar como una capacidad de adaptación a entornos adversos sin generar un nivel de estrés negativo. Desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Esto les permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos.
Se define la resiliencia, de forma consensuada como los patrones de adaptación positiva en un contexto de riesgo y adversidad. El concepto es novedoso al explicar y predecir los aspectos psicológicos, centrándose en los factores de protección y los de riesgo.
La resiliencia: estudios
Se han identificado cinco categorías temáticas y en general, los resultados de los estudios muestran que los individuos con alta resiliencia en:
- Trastornos psicopatológicos: los individuos con alta resiliencia tenían una puntuación significativamente más baja en trastornos psicopatológicos.
- Enfermedades físicas: funciona como protector para la superación de las adversidades ante las enfermedades físicas.
- Variables familiares y educativas: es un factor mediador y protector en la familia y en el ámbito educativo.
- Vulnerabilidad social: se pone de relieve el papel de la resiliencia asociada con el apoyo social, la autoestima y la satisfacción laboral en situaciones de riesgos sociales. Las personas pueden ser resilientes a pesar de que vivan en ambientes de vulnerabilidad psicosocial.
- Artículos psicométricos: a pesar de existir pocos instrumentos adaptados y validados sobre resiliencia, estos tienen buenas propiedades psicométricas. Se han realizado algunas críticas respecto a los instrumentos empleados para medir la resiliencia, debido a la naturaleza dinámica, contextual y multidimensional de este constructo psicológico. De ahí derivan otras críticas, debido a la ausencia de una clara definición del constructo y las dificultades de identificar las características de la resiliencia.
La resiliencia: pronóstico
Es recomendable que en los programas de salud se considere el papel de la resiliencia en el pronóstico clínico tras las enfermedades. También es recomendable realizar intervenciones psicosociales con personas en situación de riesgo. Por lo tanto sería necesario la realización de talleres para incrementar los comportamientos protectores (resiliencia) y disminuir los factores de riesgo.
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