Salud y Calidad de Vida en Pozuelo

Me he mudado a casa varias veces en mi vida, las suficientes como para darme cuenta de que la felicidad influye en mi salud. Me he acostumbrado tanto a empaquetar y desembalar que se ha convertido en una especie de segunda naturaleza. Uno creería que todas estas reubicaciones me habrían enseñado a deshacerme de las menudencias sin importancia y de los adornos. Pues no: Cada nueva vivienda llega con el ritual de costumbre. El de encontrar un espacio para mis fotos, mis libros, mi colección de posavasos, mis tiestos, y así sucesivamente.

La felicidad influye en tu calidad de vida

La felicidad afecta la calidad de vida al crear un sentido de pertenencia en un nuevo hogar, lo que lleva a un proceso de explorar y conquistar el vecindario, que incluye descubrir caminos, supermercados y lugares de interés, así como conocer a los vecinos y establecer conexiones en la comunidad.

Mudarse, presentarse, explorar y conquistar

Por supuesto, cada persona es distinta al acercarse a un nuevo vecindario. Recuerdo a un amigo que se trasladó a un barrio nuevo y llamó a la puerta de cada casa presentándose. Otros (incluyéndome a mí) optamos por estrategias de adaptación más discretas. Además, algunas personas experimentan este proceso más que otras, y algunas necesitan más tiempo que otras. Sin embargo, cualquiera que sea la modalidad o duración del ritual al mudarse, la mayoría hacemos esencialmente lo mismo.

Tratamos de adaptarnos a nuestro entorno, aprendemos a interactuar con él, a usarlo más eficientemente y en algunos casos modificarlo. Intentamos así satisfacer nuestras necesidades y preferencias. Lo mismo sucede con los niños cuando aprenden a trastear y comienzan a descubrir sus alrededores: Explorar y conquistar.

El proceso de adaptación a nuevas geografías requiere energía y esfuerzo emocional, y si las condiciones son favorables, podemos desarrollar un apego a estos lugares que influye en nuestra felicidad y calidad de vida. Con el tiempo, estos lugares se integran en nuestra identidad personal. Llevar objetos significativos, como libros y posavasos, al mudarnos no es una compulsión extraña, sino un intento de facilitar la adaptación y negociar nuestra identidad con el nuevo entorno.

Adaptándonos, transformamos un espacio desconocido en un lugar familiar donde desarrollamos nuestras actividades cotidianas con facilidad y autonomía. Los lugares familiares fomentan nuestro sentido de pertenencia y organización. Y es por eso que donde vivimos es importante para nuestra salud y calidad de vida en Pozuelo.

la felicidad influye en tu salud y calidad de vida: aspectos sociales y físicos

Los lugares influyen en nuestro bienestar y autonomía, como señala Hans-Werner Wahl. Su modelo, aunque enfocado en el envejecimiento, se aplica a todas las etapas de la vida. Habitar en lugares agradables que promueven la estimulación social, física y mental mejora nuestra salud y calidad de vida, mientras que entornos de mala calidad, estrés o cambios ambientales negativos afectan nuestra percepción y felicidad, impactando así en nuestra salud y calidad de vida en Pozuelo.

El interés por identificar los factores que promueven la salud mental y cognitiva ha crecido en diversas disciplinas, reconociendo la influencia mutua entre las personas y su entorno. Desde los enfoques ecológicos de psicólogos como Roger Barker y Kurt Lewin, se ha avanzado en la psicología ambiental, donde la colaboración entre psicólogos, sociólogos, geógrafos de la salud y diseñadores urbanos ha sido fundamental para crear espacios que favorezcan el bienestar, aunque persisten nuevos desafíos.

Al desplazarme de aquí a allá por razones laborales o personales, no soy un caso aislado. La gente siempre ha migrado, pero en las últimas décadas la tendencia ha aumentado. Hay una mayor libertad de movimiento, una búsqueda de oportunidades socioeconómicas y, la expatriación forzada causada por conflictos y crisis. Al mismo tiempo, la población mundial está envejeciendo, se espera que uno de cada cinco de nosotros tenga 65 años o más para 2050. Además nuestros entornos se están urbanizando cada vez más (véase las «Ciudades Amigables a la Edad Global» de la Organización Mundial de la Salud de 2007).

Oportunidades para el progreso personal y social

La migración, el envejecimiento y la urbanización presentan oportunidades de progreso, pero también aumentan el riesgo de desplazamiento, obligando a las personas a redefinirse en entornos desconocidos. Muchas personas, incluidas personas mayores y refugiados, enfrentan vulnerabilidad en estos cambios. Es esencial que investigadores, políticos y comunidades desarrollen espacios inclusivos y sostenibles en este contexto en transformación.

Ejemplos de buenas prácticas e iniciativas que van en esta dirección son cada vez más numerosas. Por ejemplo, el trabajo realizado sobre diseño universal para proporcionar lugares accesibles a todos. O iniciativas implementadas por los gobiernos para promover la integración social y laboral de los refugiados, mejorando su salud y calidad de vida en Pozuelo.

Recientemente he leído sobre una «aldea de demencia» en Hogewey, Países Bajos. Allí las personas mayores con demencia viven en una aldea de retiro diseñada siguiendo el estilo de la época cuando eran jóvenes. Se trata de fomentar la pertenencia y promover la autonomía. Los residentes han mostrado claros beneficios en su salud física y mental, haciendo de la aldea galardonada un ejemplo de estrategia de diseño centrada en la persona. Espero se aplique a futuras iniciativas como esta (teniendo en cuenta que un día podré unirme a una comunidad de jubilación yo mismo).

Todos merecemos vivir una vida sana y feliz, sin importar nuestra edad o antecedentes. Comprender cómo los lugares pueden contribuir a eso es un paso crucial en el avance de esta narrativa. Tratamos de mejorar la salud y calidad de vida en Pozuelo.

En Psicología Relacionarte trabajamos contigo para empezar a mejorar tu calidad de vida en aquellos espacios que has elegido para establecerte.