Prevenir trastornos de la alimentación en adolescentes

Aunque es cierto que los trastornos de alimentación pueden afectar a personas de todas las edades, en general son muy comunes entre los adolescentes. Los trastornos del comportamiento alimentario,  incluyen algunas enfermedades; la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el atracón compulsivo, que son trastornos emocionales y del comportamiento. Se caracterizan por un comportamiento alimentario anormal. La mayoría de estos consejos para prevenir trastornos de la alimentación en adolescentes, se centran en enseñar. Se explica a los niños acerca de hábitos alimenticios saludables, ejercicio moderado e imagen corporal.

Estos trastornos pueden perjudicar la vida de tu hijo si no le educas sobre esta cuestión en el momento adecuado. Los padres juegan un papel crucial en la recuperación de los hijos con un trastorno de alimentación. Es importante que sean conscientes de su comportamiento. Sería recomendable supervisar el comportamiento de tu hijo durante la adolescencia; entonces comienza a experimentar con su vida. Estaría bien que le hablases sobre la adicción al alcohol o los trastornos de la alimentación; estos trastornos son comunes entre los adolescentes en la actualidad pues están expuestos a una gran variedad de estímulos.

Cuando un adolescente sufre un trastorno de alimentación, comienza a ingerir una cantidad excesiva de alimentos o a pasar hambre. En ambas situaciones, teme el aumento de peso. Esa es la razón por la que trata de vomitar todo lo que ha comido para mantener el peso.

A los niños se les debe enseñar qué aceptar en lugar de qué evitar

Si sospechas que tu hijo adolescente está restringiendo su alimentación, sería recomendable educarlo sobre las consecuencias perjudiciales de su comportamiento. Podrías prevenir trastornos de la alimentación en adolescentes, como la anorexia nerviosa. Hasta que tu hijo no sepa que tiene una enfermedad, nunca se responsabilizará de su recuperación. Una de las mejores maneras de educar a tu hijo y tratar su situación es llevarle a un centro de rehabilitación para trastornos de la alimentación y permitirle hablar con terapeutas experimentados.

De manera similar, el adolescente que lucha contra la bulimia nerviosa también teme aumentar de peso, pero no llega a morirse de hambre. Consume una cantidad excesiva de alimentos en poco tiempo, seguido de purgas. Como toma una cantidad excesiva de alimentos a intervalos cortos, intenta eliminarlos purgándose, generalmente mediante vómitos autoinducidos.

Por otro lado, las personas que sufren un trastorno por atracón compulsivo, esto es, comer en exceso compulsivamente, están muy avergonzadas de su comportamiento y procuran no contárselo a nadie.

En la mayoría de los trastornos alimentarios, los pacientes intentan mantener un peso corporal bajo realizando un ejercicio excesivo y purgándose. La mayoría de las veces los pacientes no pueden aceptar el hecho de que tienen una enfermedad grave, lo que tiene consecuencias importantes para su salud. Sin embargo, una vez que se dan cuenta de que su trastorno puede perjudicar su vida, se implican en su recuperación.

Estos son algunos de los indicadores y síntomas más comunes de los trastornos de alimentación:

  • Evitar ciertos alimentos para mantener el peso corporal bajo.
  • Consumo excesivo de alimentos en intervalos cortos seguido de purga.
  • Los pacientes con trastornos de la alimentación ocultan sus hábitos alimentarios perjudiciales a los demás porque se avergüenzan de ello.
  • Negación del hambre con la intención de evitar la comida.
  • Realizan ejercicios excesivos para perder peso.
  • Las personas con trastornos de la alimentación tienen uñas quebradizas y cabello fino.
  • Experimentan fatiga y mareos durante todo el día debido a la falta de nutrición.
  • Las mujeres con trastornos de la alimentación experimentan irregularidades menstruales.
  • Dientes y encías poco sanas junto con glándulas salivales hinchadas sugieren que la persona sufre de un trastorno de alimentación.
  • Algunos pacientes también experimentan estrés y depresión cuando creen que no se ven bien debido a su peso.

¿Cómo prevenir un trastorno de la alimentación en tu hijo adolescente?

  • Mejora la comprensión de tu hijo sobre los trastornos de la alimentación: Una de las formas más importantes para prevenir trastornos de la alimentación en adolescentes y ocuparte de tu hijo es educar sobre las consecuencias perjudiciales de un trastorno de la alimentación. Cada vez que tengas ganas de debatir sobre los hábitos de alimentación de tu hijo, acércate de manera amistosa. Es necesario que a la vez que hablas con ellos, les eduques sobre estos trastornos. Sin embargo, antes de empezar a educar a tu hijo sobre las consecuencias para la salud de un comportamiento alimentario anormal, es importante que tengas información detallada al respecto. Consulta libros y publicaciones para mejorar tu conocimiento sobre los diferentes tipos de trastornos de la alimentación, y luego explica a tu hijo lo mismo.
  • Convencerlos de que visiten a un nutricionista: Es verdad que cuando un médico o un nutricionista te dice algo, crees en él de inmediato. Por lo tanto, si quieres que tu hijo se recupere pronto de su enfermedad llevalo a un nutricionista acreditado.
  • Convence a tu hijo para que busque alguna terapia: Existen varias terapias que son efectivas para prevenir trastornos de la alimentación en adolescentes y tratarlos. También puedes convencer a tu hijo para que se interese. Algunas de las terapias más importantes para un trastorno de la alimentación son: terapia de aceptación y compromiso (ACT), terapia de exposición y prevención de respuesta (TEPR), terapia de nutrición médica, psicoterapia interpersonal (TIP), y terapia de movimiento de danza (DMT). Además de estas terapias la terapia cognitivo-conductual (TCC) es muy común también para los trastornos de la alimentación.

En Psicología Relacionarte podemos ayudar a cambiar determinados aspectos de la convivencia y comunicación entre la familia. También en la participación de los familiares en la terapia si fuera necesario.